La fragilidad de su pequeño cuerpo no ha sido
impedimento para dar rienda suelta a sus ansias a una vena artística ya
sobradamente demostrada. De ahí, que el jurado de la pasada edición del Certamen de Pintura al Aire Libre Fernando Álvarez de Sotomayor
decidiese otorgarle a la carballesa Milagros Cotelo el premio a la
dedicación y al esfuerzo patrocinado por la Fundación María José Jove. Y
de ahí también que el acto de entrega de dicho galardón celebrado ayer
en O Couto, en la sede de la Fundación Eduardo Pondal, se convirtiese en
un canto a la superación y a la integración.
Allí estuvo Cotelo no solo para recoger con
alegría el grabado de Mercedes Ruibal que le entregó José Luis Fondo
Aguiar -alcalde de Ponteceso y presidente de la Fundación Pondal-, sino
también para demostrar a los niños que participan en la Escola de Verán
Monte Branco que muchos límites solo están allí donde uno quiera
ponérselos. La pequeña pero gran artista, rodeada de niños, fue así
merecedora de un también pequeño pero gran homenaje que dibujó una gran
sonrisa en su rostro mientras ellos se arremolinaban a su alrededor para
ver como completaba uno de sus cuadros. «Encántame os rapaces, mágoa que non preguntasen máis, pero vese que os monitores lles dixeron que non o fixesen», bromeaba Cotelo al término de una sesión en la que sí hubo preguntas de todo tipo: «¿Cando empezaches a pintar?, ¿Canto te leva rematar un cadro?, ¿Onde se poden mercar?, ¿Cantos anos tes?», fueron algunas de las variopintas cuestiones que le plantearon los niños antes de despedirse de ella con un sonoro aplauso.
Tampoco quisieron dejar de participar en este
homenaje otros dos conocidos artistas bergantiñáns: Miguel Anxo Calvo,
«OMighelo», que puso la música interpretando varias piezas con la
armónica y el acordeón, e Isa Fernández, que hizo valer su condición de
cantareira de Berdillo y que además, obsequió a la Fundación Pondal con
un retrato en barro del Bardo de Bergantiños.
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